El Tulipán se introdujo en Holanda en el siglo XVI, procedente de Turquía; y a partir de este mismo momento, el tulipán, flor de extremada belleza y delicadeza, jamás vista antes en esta tierra, fue la flor más anhelada por todos. Muchos nobles competían por tener las flores más exóticas y raras que pudieran conseguir, y que otros no tuvieran
Modelados por la naturaleza para soportar suelos pobres, veranos secos y calurosos, e inviernos fríos, los tulipanes silvestres son una combinación especial de rusticidad y belleza.
Los tulipanes botánicos o especies de tulipán son mucho más pequeños y cortos (crecen a una altura de 12 a 20 cm) que los tulipanes híbridos.
Sus flores en forma de estrella tienen pétalos que se abren ampliamente al sol. Comienzan a florecer antes que los tulipanes híbridos (el tiempo de floración varía desde febrero a mayo) y las opciones de color incluyen rojo, amarillo brillante, rojo anaranjado, rosa, blanco y bicolor en dos tonos y rayas.
Los vegetales se comunican y anticipan acontecimientos, según el investigador
El biólogo Francis Hallé en el Jardí Bontànic de Barcelona, la semana pasada. / RICARD CUGAT
Si se le pregunta al botánico Francis Hallé (Seine-Port, Francia, 1938) cómo se interesó por las plantas, contesta: “¿Cómo no podrían interesarme?”. Esta respuesta resume la pasión por el mundo vegetal de este profesor emérito de la Universidad de Montpellier. Hallé se hizo famoso en los años 90 por sus expediciones en globo aerostático sobre las selvas tropicales. Su principal descubrimiento es la arquitectura de los árboles. Cada especie es una combinación concreta de unos pocos rasgos: ramas verticales o ramas horizontales; flores en los lados de las ramas o en su punta; etcétera. Hay miles y miles de combinaciones posibles, pero todos los árboles conocidos sólo emplean 24 de ellas y aún no se sabe por qué. Hoy, el caballo de batalla de Hallé es la inteligencia vegetal. De ello habló en Barcelona, con ocasión de los 20 años del Jardín Botánico de la ciudad.
¿Cómo pueden ser inteligentes las plantas, si no tienen cerebro?
Tampoco tienen pulmones y sin embargo respiran. No tienen ojos pero pueden ver la luz. No tienen tubo digestivo pero se alimentan. Que la inteligencia necesita de un cerebro es lo que sale en el diccionario. Pero ¿quién lo ha escrito? Un ser humano, que ha definido la inteligencia a su imagen y semejanza.
¿Un ejemplo de inteligencia vegetal?
Un bosque mediterráneo se puede quemar completamente y sin embargo los cipreses se quedan verdes. Cuando el fuego se aproxima a un ciprés y este alcanza los 60 grados, el árbol expulsa hacia la atmósfera en forma de gas las sustancias inflamables que contiene en su organismo. Cuando llega el fuego, no hay nada que quemar. Pero lo más interesante es que esas sustancias llegan con el viento hasta otros cipreses que están lejos. Cuando los alcanzan, estos hacen lo mismo, mucho antes que llegue el fuego. La comunicación entre árboles es la primera piedra de la inteligencia vegetal.
Pero eso es una anécdota…
Le daré otro ejemplo. Hay un experimento británico con una planta trepadora, la pasiflora joven, puesta al lado de un palo. La planta saca un zarcillo para agarrarse del palo, pero antes de que lo alcance, los científicos mueven el palo cinco centímetros a la derecha. Entonces la planta saca otro zarcillo hacia la nueva posición del palo. Antes de que lo alcance, los científicos vuelven a mover el palo cinco centímetros a la derecha. Tras repetir eso cuatro veces, la planta ya saca el zarcillo orientado cinco centímetros más a la derecha de la posición del palo. No sabemos cómo, pero tiene capacidad de anticipar.
Es decir, ¿las plantas aprenden?
No solo eso, se anticipan. Un colega japonés tiene un árbol cerca de su laboratorio con un electrodo bajo la corteza y otro entre las raíces, conectados con una pantalla. La pantalla muestra una señal regular. Si la curva se vuelve muy irregular, significa que al cabo de un rato habrá un terremoto. Las raíces de un árbol son como una enorme antena subterránea.
¿Es verdad que los árboles son tímidos?
La timidez se refiere al fenómeno por el cual los árboles de la misma especie tienden a no tocarse. Cada árbol sabe si hay un vecino y si pertenece a la misma especie. Si este es el caso, el crecimiento de sus ramas y hojas se desarrollará por tal de que no entren en contacto con las del vecino. No sabemos de qué sirve, qué sentido evolutivo tiene.
¿Qué es lo más inteligente que le ha visto hacer a una planta?
Lo más inteligente es la descentralización. Vivir como una planta es difícil, todo su organismo es comestible, hay un montón de herbívoros y no pueden escapar. En el ser humano hay órganos vitales. Esto sería peligroso para una planta. La solución es descentralizarlo todo: en cada célula de una planta hay todo lo necesario para crear la planta entera. Si pones una célula de planta en un medio de cultivo, al cabo de unos meses aparecerá la planta entera. Esta estrategia les da a las plantas una enorme resiliencia.
¿Lo de la inteligencia vegetal es una metáfora?
Las plantas son inteligentes, quizá más que nosotros. Nosotros somos excelentes técnicamente, pero producimos una degradación del medio ambiente. Las plantas mejoran su medio ambiente. Las raíces producen todo lo necesario para sustentar una fauna enorme y fertilizan el suelo. Nosotros llenamos el suelo de sustancias químicas y se vuelve un desierto.
En AMJA queremos destacar la importancia de la profesión de la Jardinería en sus múltiples facetas y difundir la Jardinería como un concepto primordial para la vida en la ciudad. Con este programa YO SOY [email protected] queremos dar a conocer a hombres y mujeres jardineros, empresarios, científicos, técnicos, diseñadores, arboristas, expertos en riegos, botánicos, especialistas en plagas y enfermedades, consultores, viveristas… y poner en valor una profesión histórica que repercute enormemente en la salud de los ciudadanos.
FULGEN SÚTIL LLONA. Responsable de Viveros Sustrai Mintegiak.
¿Por qué es usted Jardinero?
De algo hay que trabajar y yo he tenido la suerte de dedicarme al viverismo, a conocer, multiplicar y cultivar planta. Así que jardinero, jardinero no soy. Creo que la jardinería es un terreno muy complejo y a mí me da mucho «yuyu» pensar siquiera que tengo que diseñar un espacio ajardinado, eso no significa que no me guste dar mi opinión sobre si poner esta o aquella planta cada vez que, los jardineros con los que trabajamos, nos dan ocasión. Y no son muchos, la verdad, básicamente trabajamos con Juanmari Artazkoz, jardinero-paisajista con el que llevamos unos años colaborando, por un lado dinamizando la experiencia Lorategiak auzolanean-Jardines en auzolan, es decir la creación de jardines en barrios y pueblos con vecinos y vecinas y por otro diseñando jardines para ayuntamientos y particulares
En cualquier caso un vivero es una atalaya desde la que se ve la profesión y siendo algo tan atractivo es difícil no entrar a reflexionar sobre nuestro trabajo, sobre todo en la vertiente de la jardinería pública, la que podemos disfrutar [email protected] Así que gracias por la oportunidad de dar mi punto de vista.
Empecé multiplicando y cultivando planta autóctona: robles, encinas, arces, acebos, tejos, madroños. Navarra es un territorio muy rico en biodiversidad y paisaje, que recorríamos de arriba abajo para repoblaciones forestales y revegetaciones en carreteras, recuperación de canteras y vertederos, etc. Esto me llevó a conocer los paisajes que han sido y son una referencia para entender la jardinería. Ver la planta en su origen, ver los cortejos florales de encinas, robles, hayas, etc, las asociaciones de plantas silvestres y observar lo que dan de sí me abrió los ojos a la belleza de esos espacios y a ver la jardinería con ese punto silvestre que habla de nuestra naturaleza. También a entender la actividad jardinera como netamente agraria, trabajamos con la tierra y vegetales
En estos años he entendido que la jardinería es una manera muy plástica de manifestar nuestra relación como comunidad con la Naturaleza
Así que llegar a las vivaces y gramíneas y descubrir los jardines que, con esa planta se estaba haciendo, fue una revelación. Fue como los piratas cuando dan con el tesoro. Sigue leyendo Yo no soy [email protected]
A menudo escuchamos que tienes que comer local y de temporada; ya sea porque las frutas y verduras que no se han tenido que cultivar en otro lugar y transportadas a largas distancias, o porque se han cultivado en invernaderos con calefacción que consumen mucha energía. Sin embargo, este no fue siempre el caso: desde el siglo XVI al XX, se pudieron encontrar agricultores urbanos tan lejanos como Inglaterra que lograron cultivar frutas y verduras mediterráneas utilizando exclusivamente energías renovables.
Para ello, las plantas fueron rodeadas por gruesos “muros frutales”; Estos acumulaban calor del sol durante el día y lo liberaban por la noche, creando un microclima donde la temperatura era 10 ° C (18 ° F) más alta que el área circundante. Posteriormente se construirían los primeros “invernaderos” apoyando uno y luego varios tramos de vidrio contra estas paredes, y la productividad de las plantas alcanzará nuevas alturas, solo gracias a la energía solar.
No fue hasta finales del siglo XIX que los invernaderos se convirtieron en los edificios de vidrio que conocemos, de los que el calor inducido artificialmente se escapa casi instantáneamente, lo contrario de las tecnologías que los precedieron.
Los invernaderos de vidrio actuales suelen instalarse en regiones con un clima templado donde los inviernos pueden ser fríos: su funcionamiento requiere grandes cantidades de energía, ya sea para calentarlos, pero también para iluminarlos y gestionar el nivel de humedad, que reina por dentro.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), las plantas cultivadas en invernaderos con calefacción tienen un costo de energía de 10 a 20 veces mayor que las mismas plantas cultivadas en campo abierto. Se necesitan 40 megajulios de energía en un invernadero para cultivar un kilo de vegetales frescos (como tomates o pimientos). Esto es comparable a la energía necesaria para producir un kilo de carne de cerdo ( 40-45 MJ / kg en Estados Unidos)
Invernadero de vidrio en Holanda. Imagen: Wikipedia Commons
En los Países Bajos, líder mundial en cultivos de invernadero, en 2013 había 10.500 hectáreas de invernaderos, utilizando 120 petajulios (PJ) de gas natural durante el año, lo que equivale a la mitad de los combustibles fósiles utilizado por toda la flota holandesa.
Este enorme gasto de energía no es muy sorprendente, porque calentar un edificio hecho completamente de vidrio es muy costoso y el rendimiento térmico del vidrio es muy bajo. Cada metro cuadrado de vidrio, incluso de triple acristalamiento, tiene una pérdida de calor diez veces mayor que la de una pared.
Las paredes de frutas
El diseño actual de los invernaderos es el opuesto de las tecnologías de la Edad Media que los precedieron. La gente ha buscado durante mucho tiempo cultivar hortalizas de clima cálido en otras partes del mundo (o extender la temporada de producción), pero no se utilizaba vidrio.
En 1561, el botánico suizo Conrad Gessner llevó a cabo un estudio que demostró los efectos de una simple pared calentada por el sol sobre la maduración de higos y grosellas negras; descubrió que los frutos maduran más rápido cuando la planta se planta cerca de la pared
Las observaciones de Gessner llevaron a la invención de “Muros de frutas” en el noroeste de Europa. La instalación de un muro con una fuerte masa térmica orientada al sur crea un microclima en su base gracias al cual podemos cultivar variedades de frutas mediterráneas en regiones de clima templado como el Norte de Francia, Inglaterra, Bélgica o nuevamente los Países Bajos.
La pared refleja la luz solar durante el día, lo que mejora las condiciones agroclimáticas de las que disfruta la planta. La pared también absorbe el calor del sol que luego se difunde lentamente durante la noche, evitando daños por heladas. Es por tanto un microclima que se mantiene día y noche gracias a esta técnica.
Los muros de fruta también protegen a los árboles de los vientos fríos del norte. A menudo se instalaban algunas baldosas o un dosel de madera para proteger los cultivos, plantados contra la pared, de la lluvia, el granizo y los excrementos de pájaros. A veces se colgaban alfombras con las que se cubrían los árboles cuando hacía mal tiempo para proporcionar protección adicional
Durante este verano hemos estado trabajando en la nueva página web, que os presentamos
Además de dar un tono más ligero y luminoso hemos querido, sobre todo, mejorar el buscador. Se acabó el tener que pasaros por los ojos todas las plantas para dar con la Verónica, allá en la V. Con esta nueva página váis a poder buscar la planta por el nombre, por el color de la flor, la época de floración, sombra o sol, etc
Ya sabéis que nuestra intención es divulgar las virtudes de las vivaces y gramíneas y la afición por cultivar la tierra y la mirada
La página pretende ser una herramienta para que podáis sentaros un rato a jugar a jardincitos, pensar vuestras composiciones, errar y valorar, para volver a empezar.
Os presentamos esta experiencia de jardinería participativa, social y sostenible que estamos trabajando en Iruña-Pamplona. Es un proyecto quenace de la necesidad de buscar estrategias para conseguir Km 0 para nuestras plantas ornamentales y que va cogiendo cuerpo conforme vamos pensando y haciendo con la vecindad los jardincitos
¿Qué buscamos con esta iniciativa? Intentamos ver las posibilidades trasformadoras de la jardinería en nuestros barrios y pueblos, buscamos un urbanismo para las personas en el que la naturaleza tenga más sitio. Básicamente buscamos mejorar la calidad de nuestros barrios, dar herramientas a la vecindad para soñar el pueblo, el barrio, la calle, con plantas y flores . Recuperar espacios públicos para el encuentro, descanso, ocio, contemplación, lectura, lactancia… queremosayudar a bajar la vida a la calle.
La idea es hacer jardines floridos, llenos de insectos, con tres criterios elementales: bajo consumo de agua y bajo mantenimiento; usando criterios ecológicos en su planteamiento, ejecución y posterior mantenimiento y con diversidad de plantas, de floraciones bellas y prolongadas que atraigan todo tipo de insectos polinizadores, pájaros, etc.
También hablamos de plantas, de su multiplicación y cultivo con criterios de sostenibilidad.
«La vida es nacimiento y muerte. Y todo lo que hacemos en una vida, sucede en un año en un jardín» – Piet Oudolf
Aveces se llega a donde se anhela sabiendo qué es lo que no se desea. Él sabía que no quería seguir el camino de sus padres, dueños de un bar-restaurante en una zona rural de Holanda. Largas jornadas de trabajo y sin tiempo que dedicar a la vida familiar. Fue allí donde aprendió a observar. Escenas de barra, escenas de bar. Se quedó hasta que cumplió los 25. Entonces se mudó con Anja, su compañera, a Hummelo, para iniciar una vida juntos. Él cambió de trabajo como los árboles de hojas. Primero en la industria pesquera, en una fábrica después. Más adelante llegarían otros empleos. Hasta que, una de esas veces en las que mudó de piel, recaló en un centro de jardinería. Y funcionó. Algo en él se despertó. Desde entonces, hablar de él es hablar de flores y plantas. De composiciones, de estaciones. De vida, de naturaleza. De belleza y colores. De jardines.
Él es Piet Oudolf (Haarlem, 1944), uno de los paisajistas más reconocidos del panorama internacional. Uno de los más buscados. Un genio en el sector.
Os cuento esto, recién hecha la última escarda en el jardincito del parque de la Memoria de Etxauri (a partir de ahora queda bajo la responsabilidad del ayuntamiento), porque me parece que en las prácticas jardineras a esta labor se le da menos importancia de la que tiene, total quitar hierbas, no??
Pero la escarda es algo más que librar a las plantas que hemos plantado y cultivamos de hierbas no deseadas, que van a competir con ellas por los nutrientes, el agua y la luz
Si hasta ahora las hierbas no deseadas nos han servido para proteger las plantas de los fríos del invierno, evitar erosiones y mantener la humedad, a partir de estas fechas con las escardas ayudamos a que las plantas se soleen, el terreno coja temperatura, evitando pudriciones, hongos, etc y facilitando su crecimiento
Las escardas favorecen la porosidad de la tierra y con esto su aireación: Por las raíces atrapan los nutrientes, el agua y el oxigeno. Cuanto más esponjosa sea la tierra más fácil se lo ponemos!!
Si damos porosidad a la tierra también estamos facilitando y estimulando el desarrollo de las raíces
Con todo esto cada escarda es un empujón que damos a las plantas. Es más eficaz muchas veces que un abonado
Aunque no lo parezca, la cita de hoy es para enseñaros este pequeño jardín, hecho durante todo este año en Auzolan entre vecinas y vecinos de Etxauribar
Y no lo parece porque no es muy habitual inaugurar jardines, y menos, mucho menos, con estas voces maravillosas que hoy nos acompañan, todo un lujo para un acto que trasciende de lejos la inauguración del jardín¡!
Esta iniciativa Loreek ematen duten bizitza. La vida que dan las flores, de la que hoy inauguramos este jardincito nace de un proyecto más amplio Lorategiak auzolanean-jardines en auzolan, en el que intentamos aunar jardinería y voluntariado, plantas y participación social, al calor de los trabajos que en torno al desarrollo local y rural se están desarrollando en el valle
No descubrimos nada nuevo, en Europa es corriente encontrarnos con jardines públicos comunitarios, atendidos por voluntariado. Como también es más corriente el encontrarnos jardines, jardines de verdad, no este monótono monocultivo de césped
En este vivero lo importante es que la planta esté sana y bien enraizada. La apariencia en el momento de la venta no nos preocupa. Es en vuestro jardín donde deben lucir.