
1) Cultivar en ecológico. Hace ya años orientamos el vivero hacia el cultivo en ecológico, dejamos de usar herbicidas y los pocos pesticidas que usábamos acabaron en el punto limpio de Berriozar. Se acabaron las caretas y los malos olores. Sólo usamos veneno para caracoles, lo ponemos en latas
La idea es cultivar en tierra cuanta más planta podamos, evitando en lo posible los plásticos de las macetas, los sustratos a base de turba y los abonos de síntesis. El trabajar la tierra nos da ocasión de ver cómo se desarrollan las plantas, de disponer de la planta en el terreno, de ver el efecto de abonar con compost, estiércol y otros abonos orgánicos, de practicar con el calendario lunar, etc. De investigar y aprender a cultivar esta y la planta que vayamos incorporando
En estos últimos años hemos ido descubriendo plantas que nos permiten hoy disponer de una selección en cultivo cuyas características básicas son la rusticidad y la belleza.
2) Ayudar a incorporar otras plantas a las que ya se usan. Proponemos un buen número de plantas diferentes para enriquecer nuestros jardines, balcones y huertos. Unas son plantas muy conocidas y usadas por jardineros y particulares en Europa y en Occidente en general y otras son las que en estos últimos +/-20 años se han ido incorporando a la jardinería occidental desde todas, o casi todas, las partes del mundo, dentro de ese proceso que han llamado Globalización
Nosotros, desde el vivero, queremos ayudar a que se vean las bondades de estas plantas, tanto de las recién llegadas al mundo de la jardinería occidental, como de las que en Europa son habituales en los últimos 60 años. E incorporar algunas al estrecho mundo de la jardinería de nuestra TIERRA.
3) Divulgar conocimientos sobre las plantas que cultivamos y su multiplicación entre la comunidad en la que vivimos
Entendemos que un vivero es un activo social en la comarca-comunidad donde se ubica, un lugar donde se multiplica planta de todo tipo y manera es un lugar donde se manejan unos conocimientos que deben de entenderse como básicos y necesarios para cualquier comunidad. Cada vez más, visto el grado de deshumanización con el que nos amenazan, volver a la naturaleza, a lo pequeño, a lo importante, a las flores es una necesidad, un rasgo de humanidad, un paso en la buena dirección
Estrechar relaciones con la comunidad educativa, colaborar en proyectos de huertas y jardines con escolares. Mostrarles el misterio de la germinación, de la vida
Incorporar a las personas mayores en estos quehaceres
Ensanchar los estrechos márgenes de conocimiento sobre jardines, huerta, y en general cultivo de plantas de nuestra comunidad